Scroll Top
SOBRE LA COP 27
Y un año más, la COP27 (La 27ª Conferencia de las Partes de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático) nos ha dejado muchas palabras y buenos propósitos y pocas acciones. Parece que la concreción no es una de sus virtudes, ni la determinación y, hasta ahora, tampoco el sentido común.

SOBRE  LA COP  27

DESDE EL RETO Y NO DESDE EL SÍNTOMA

Y un año más, la COP27 (La 27ª Conferencia de las Partes de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático) nos ha dejado muchas palabras y buenos propósitos y pocas acciones. Parece que la concreción no es una de sus virtudes, ni su determinación y, hasta ahora, tampoco el sentido común.

Por el momento no tenemos ni el abandono de combustibles fósiles, ni reducción drástica de los niveles de CO₂, ni una apuesta radical por las energías renovables, ni compensación por los países que el sistema psicópata-capitalista mantiene empobrecidos, y que sufrirán con mayor fiereza las consecuencias del ya inevitable cambio climático, que de hecho ya lo están sufriendo…, ni… ni … ni… Y el tiempo nos dicen desde la comunidad científica que acaba.

Pero sabemos por experiencia que somos capaces de ponernos de acuerdo y revertir situaciones que hace unas décadas pensábamos insalvables. ¿Recuerda el famoso agujero que teníamos en la capa de ozono?, estábamos convencidas de que acabaríamos todas chamuscadas. Y gracias a que hubo voluntad política, la comunidad científica por fin ha concluido que, con las acciones tomadas (prohibición de los gases CFCs, etc.), el agujero de la capa de ozono se cerrará hacia 2060 . Así pues, tenemos la prueba de que cuando se quiere, se puede.

¿Y qué podemos hacer nosotros desde nuestras organizaciones mientras se ponen de acuerdo a las grandes corporaciones y potencias mundiales?

Pues tenemos algunas herramientas como RSE (Responsabilidad Social Empresarial) que, entre otras, sirve para diagnosticar, identificar, construir y definir estrategias para mejorar nuestra posición respecto al cuidado de nuestro entorno.

Son diversas las iniciativas internacionales que apoyan, impulsan y sirven de punto de partida para las empresas que quieran aplicar políticas de RSE. Algunas de éstas son: las Directrices de la OCDE para empresas multinacionales, el Pacto Mundial o “Global Compact”, la declaración tripartita de la OIT, etc. Todas ellas con metas y propósitos generales distintos, pero que comparten elementos y objetivos en común como serían la protección del medio ambiente, el respeto a los derechos laborales y la lucha contra la corrupción.

Disponemos de varios estándares y guías para la aplicación de estas políticas que podemos clasificar en tres apartados:

  • Normativa general que cubre varios campos de la gestión de la RSE. (The EFQM framework for corporate social responsability, Social Accountability 8000 (SA 8000), ISO/WD 26000 Guía Sobre Responsabilidad Social, IQNet. SR10, EFR1000 Modelo de gestión de la empresa familiarmente responsable)
  • Normativa que aporta recomendaciones por la gestión ética de las compañías (UNE 165010 EX. (Sistema de gestión de la Responsabilidad Social de las Empresas), Global Compact (Pacto Mundial de Naciones Unidas), Norma SGE 21 (Sistema de gestión ética y socialmente responsable)
  • Estándares que aportan directrices para el diseño y contenido de las memorias de RSE. (Global Reporting Initiave (GRI), AA1000). (EDUARD)

O los famosos ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible):

Teniendo presente que nos enfrentamos a retos sistémicos necesitamos crear nuevas relaciones, miradas y visiones multiactor y multisector para colaborar entre organizaciones, academia, ciudadanía y administración pública, facilitando la generación de ecosistemas colaborativos que permitan el intercambio de información para la búsqueda de soluciones integrales y sostenibles. Desde el reto y no desde el síntoma es desde dónde podemos trabajar en el cambio de patrón, generando nuevas dinámicas que optimicen el resultado de las acciones y/o proyectos.

¿Nos sumergimos en el sistema? ¿Diseñamos un cambio sistémico? Estamos a tiempo de hacerlo si sumamos fuerzas y compartimos visiones y perspectivas, el conocimiento está distribuido y es imprescindible tanto la escucha activa como el aprender a saber aprender. Beta permanente, mentalidad líquida.

Si desea más información sobre la RSE o sobre cualquier otro tema, nos puede contactar a través de nuestro canal habitual info@facto.cat .